sábado, 11 de abril de 2015

Pasión de viernes

Mediodía en la Plaza Mayor de Salamanca, España, viernes 10 de abril de 2015.

Algún día te contaré esto que estoy escribiendo.



Habrá , tal vez, una ocasión en que te confiese que te esperé entre la cofradía de los días, y que te añoré en la Santa Semana pasada, como en tantas otras. 

Que no pudiste venir; ya lo sé.


Y hoy era la hora fértil en la plaza nuestra. A las doce; me dijiste, y allá me fui.


Callados los tambores, silenciados los clarines, llegados los pasos a su descanso: era el tiempo de nuestra pasión.


Iban las nubes nazarenas por el cielo cárdeno, cuando te vi llegar procesionando tu gracia bajo la lluvia. Y me escondí; fui oculto de columna a columna para no quitar pedestal a tu llegada.

Y qué resurrección del minutero, y qué redención había en nuestras miradas cuando estuviste en lo cierto del momento.

Cielo de ceniza, pavesas enamoradas las de la lluvia, y brasas en nuestros alientos.

Tú sabes quién eres; yo bien sé quién soy cuando estoy contigo. 

Lo demás no te lo he dicho, aunque tal vez los sepas, porque vosotras lo conocéis todo..., pero ya sabes que el amor es todo llaga, espera, gozo y martirio, largos capirotes de la duda, sangrado en los relojes, la muerte patibularia de los adioses...


Algún día te contaré lo que me han hecho decir estas palabras. 

Alguna vez, sí: bajo una manta,a la lumbre que hacen dos cuerpos recostados, y caiga, como hoy, la lluvia de abril que todo fecunda. 

Entonces sabrás que una vez pude conocer el instante preciso de la gracia.


Publicado en el periódico digital
Salamanca rtv al Día
viernes 10 de abril de 2015


Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes

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