domingo, 21 de septiembre de 2014

Y aún oigo las campanas

Fotografía de Paula Gómez Calama,
La Alberca, Salamanca, 14 de septiembre de 2014



Se llama Paula y tiene 88 años.

Pues anda hijo -me decía- que no eran amigos ni nada mi padre Pedro y tu abuelo "Juan y Medio". Mi padre era guarda, ¿sabes? , y se iban a cazar en cuanto podían. Y claro, salió una foto muy repartida por el pueblo; de allá por los años cuarenta, la de una montería de un grupo de cazadores y entre ellos el pintor Ismael Blat.


Ay hijo - me volvía a decir-yo no sé para qué vivir, con lo que tengo trabajado, por los pinares, poniendo plantones, y por aquí y por allá.

Sonaban las campanas, y yo que si no iba a Misa. ¿Y para qué, hijo, y para qué? Así que seguimos con el replique de nuestra palabras.

Que estaba soltera, y que cada día le costaba más engañar a la vida para que siguiera su peonada. Y que allí, en aquella buena casa que sacia la hambruna vegetal en su fachada, vive su sobrino que la atiende y le trae la comida.

Y sonaban las campanas.

Y yo me buscaba en mis adentros un pose del Unamumo o alguien así para decirle, para templar su frío ánimo de domingo. Ay, hijo, que tú no sabes lo que me tengo trabajado, y lo fatigado que he dejado a cada uno de mis días.

Batiendo su parla seguía la mujer, el sol repartía por las calles su eucaristía diaria de luz y sombra, el acero de las campanas se lo bebían las nubes, y yo empeñado en disparar con los perdigones de mi infancia a la nostalgia. 

Era una hora calma en un lugar hecho de piedras, barro, maderas, claros y oscuros serranos por cientos de generaciones sufridas como Paula. Un lugar donde nací; un aire donde quieren renacer siempre mis ancestros.

Enmudeció el metal, y había un gran convite de nupcias en la vida.

En el regreso me despedían por las montañas los pinos que ya van muy crecidos, y aquí, y ahora, entre el blanco del texto, oigo aún las campanas.


Ángel de Arriba Sánchez
El escribidor del Tormes.


In Memoriam 
Ayer domingo falleció Paula en La Alberca. Admira leer los testimonios de cariño hacia su entrañable persona, y comprobar los buenos recuerdos que deja en sus vecinos, y en cuantos la conocieron.
Adios Paula, yo apenas te conocí en unos minutos que generaron este texto. Gracias por tus faenas y por tus días, que encuentres tu merecido descanso. 
Hoy oigo triste las campanas...
17 de noviembre de 2014.

Grupo de albercanos de cacería, circa 1950.
Según me dicen, de derecha a izquierda, según se mira: Faustino Larato (de pie y el más alto),
 Luciano "Lagañas", Tirso,Emiliano Torres, sobre el burro Ismael Blat
valenciano y gran pintor costumbrista, José María "Juan y medio" mi abuelo,
y sentado en el centro "Carina".




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