domingo, 23 de octubre de 2016

Un globo, dos globos, tres...

Vendedor de globos en la Plaza Mayor de Salamanca

Me enteré ayer que un globo había llegado al planeta Marte.

No hace mucho, paseando por la Plaza con la familia, a una sobrina de 7 años se le antojó una figura globo de los que se ofrecían al paseante.

Yo se la compré, sus padres, claro, se la negaron para no sembrar antodajidos.

Pero al final convinieron y le regalé uno grande, esférico, de larga cuerda y de sonrisa bonachona. La niña se alegró con su globo y lo paseaba como a su más querida mascota. Pero en un despiste, se le escapó. Tiernas fueron sus lágrimas, pero breves, y yo le dije que no se apenara, pues ese globo seguro que llegaba a un buen lugar donde otros niños lo cogerían.

Ayer la llamé. Le dije que su globo había llegado a Marte,en una gracia, y ella muy seria me respondió: Ya lo sé, por eso escribí, antes de soltarlo, en su tela que se lo mandaba para que dejaran de asustarme sus marcianitos verdes en mis sueños.

Acaso los humanos no dejemos nunca de ser niños, ni de soltar globos a los desconocido para comprender.

”¡Un globo, dos globos, tres globos...La vida es un globo que se me escapó…!”. Canción del viejo programa infantail vespertino de Televisión Española, en los tiempos de 1975, que veíamos al salir de la escuela.

Publicado en el diario digital
Salamanca Rtv al Día

Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes

martes, 18 de octubre de 2016

El amarillo cotidiano

Mañana  de otoño en el Puente Romano de Salamanca.
Todos los días le veo pasar, como le ven los primeros cruzadores del puente que romanea en el río Tormes desde el siglo I.
Me lo dijeron las cigueñas, las mismas que ya andan haciendo el equipaje para partir más al sur. Y las bandadas de estorninos que con las primeras luces va arrastrando su manta de vuelo por el cielo, y la afluencia de vehículos con sus gentes hacia la jornada,y los ciclistas,y unos cuantos corredores, y hasra una monja que se mudaba de convento.

Me lo aseguró también un pescador asentado donde las barcas a por el pez aún legañoso y con el sueño de las aguas: "Sí,yo lo veo pasar todos los días, menos algunos de densa niebla, lluvia, o encapotados. De madrugada y siempre de amarillo. Pasa, oye tú, y apenas le ves..., que ya se ha ido."

Así es el paso del sol por las mañanas de todos los puentes de todas las ciudades; ese caminar amarillo que nos invita a seguir su ruta de fertilidad y de posibilidad y facilita la nuestra.

Publicado en el diario dgital
Salamanca Rtv al Día

Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes

miércoles, 25 de mayo de 2016

Buscando susurros...

Cuando me canso de ciudad...
Caballos en Arapiles, Salamanca. Mayo de 2016.

...sé que, para mi sanación, lo único que puedo hacer es pedalear por los campos hasta encontrar a ese amigo que sabe susurrarme al oído el secreto de su insobornable vigor.

Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes

lunes, 2 de mayo de 2016

La buena compañía

Calle Compáñia, Salamanca. Abril de 2016.
"¡Pero mira que eres tonto...!", me dijiste cuando te pedí que caminaras por la calle para hacerte la foto. 

"¿Qué valgo yo aquí entre tanta gracia?", añadiste.

Y yo te digo ahora que me gusta más la materia arcillosa de tu carne que la dorada piedra arenisca.

Que entre tanta conversación de siglos, prefiero el elocuente silencio de tu mirada.

Que cuando todos buscaban la Rana en la fachada de la Universidad plateresca, yo me andaba por tus labios, en el recuerdo del croar que todos hacemos en las charcas del lecho.

Sí, tienes razón, es hermosa esta ciudad.

Pero cuando el tren te me arrebató de nuevo, yo solo pensaba en tu compañía; porque cuando te vas lo que vuelve a quedar siempre es el mundo, monumental sí, con sus torres,con sus filigranas de siglos..., pero porfundamente desolado.

Ángel de Arriba

El Escribidor del Tormes

sábado, 19 de marzo de 2016

La Pasión de todos los días

Foto: un día en la Gran Vía, o gran Vía Crucis de Madrid.
Estuve en el lugar.
Y vi largas y nazarenas procesiones de gentes fustigadas por las agujas del reloj.
Vi farolas inmutables, inamovibles y de extintora luz en las calles..., como cruces muertas redentas por la santa sábana del día.
Y vi el oro que se llevaban los gobernantes nacionales, los regionales, los locales..., repartido por una vez sin mano por las fachadas para todos.
Y pensé en esa larga tradición de nuestros aforados hispánicos de lavarse las manos ante los calvarios de su población.
Y era el sol de una madrugada más de dolores.
Oí ruegos lastimeros de crucificados en las aceras, con su bolsa INRI del Corte Inglés, y el canto de la moneda lastimera.
Pero tú..., me dice el otro, ¿ no te habías ido a ver la Semana Santa de Salamanca?
No sé,dije.
Publicado en el periódico digital
Salamanca rtv al Día.
Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes

miércoles, 16 de marzo de 2016

CortoLetrajes del Escribidor : La línea azul

CortoLetrajes del Escribidor : La línea azul: Hace unos días le pregunté a un hombre sabio qué había que hacer cuando el invierno se lleva tus colores. Él callaba. Acom...

La línea azul



Hace unos días le pregunté a un hombre sabio qué había que hacer cuando el invierno se lleva tus colores.


Él callaba.

Acompañó mi paso hasta donde el arroyo Zurguén vierte sus cuitas en el Tormes. 


Entonces me señaló la verja y dijo: "Sigue tu línea, como sigue y obedece todo río a su cauce".

Publicado en el periódico digital
Salamanca rtv al Día

Ángel de Arriba Sánchez
El Escibidor del Tormes

viernes, 1 de enero de 2016

La soledad del año

Foto: Concierto de Navidad en la Catedral Vieja de Salamanca. Sábado 19 de diciembre de 2015. Orquesta Sinfónica Stradivari, Coro Francisco Salinas (directora Elena Blanco). Obres de Mozart (Exultate Jubilate) y Vivaldi (Gloria, RV 589) Soprano: Andrína Williams, Mezzo: Alexandra Barbieri. Dirigió.  Virgil Popa.

Adios año 2015, y gracias...

Pero qué solo se queda el año en estos compases de la Nochevieja.

Es como si alguien le hubiera vendido a hacer un Expediente de Regulación de Empleo, y él recogiera en una triste caja de cartón sus cosas sobre el treinta y uno de manera lenta y descreída.

Al fondo oye ensayar el Concierto de Año Nuevo, y él que si no le dan otra función..., como que le hagan senador, o diputado en Cortes bien cortadas,o, coño, se enoja, algo por lo municipal.

Pero la gran urna del tiempo le ha dejado fuera, sin trabajo, y con un montón de recuerdos.

De aquella música que sopló en sus 365 sesiones, de sus acordes, de sus desafinados, de sus armonías y, ay, de sus chirríos bárbaros por los rotativos de todo el mundo..., nadie quiere ya acordarse.

Así que, a pesar de lo mucho que nos ha dado,a pesar de todo, se tiene que resignar a ser un instrumento varado; otro más que va a la cola de los 4 millones de parados de España.

...Pero la música continúa.


Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes