miércoles, 8 de julio de 2015

Viajero, si un día...



Si un día, viajero, vienes por aquí, sal de los relojes en la hora de la solana.

Que si la tarde blanca y crecida como un pan de Castilla, te pilla por los caminos por donde solo van los lagartos y las culebras, el sol te secará hasta la sombra. 

Mira, cuando te andes por acá, busca una casa que cruce como arca volteada el cielo de los espejismos del calor. Busca que tenga buena nave de teja roja, y que a babor y a estribor, la cal impermeabilice el adobe para su navegar tranquilo.

Busca un barco, sí, para cruzar las horas de estiaje en que ruge la tempestad de fuego por los rastrojos. Fíjate en que la embarcación tenga banderas ondeando en el mástil de su tendedero: un mandil, unas prendas, unos paños…, que así sabrás que es modesto el lugar donde llegas, pero muy digno el pabellón que te acoge. 

Y, sobre todo, encuentra a su patrón,que será para ti un Noé, y estará en el puente de su entrada, agarrado a su bastón como a un timón para la travesía de una tarde más.


Y pide licencia para subir a bordo, viajero. Y bebe del agua del botijo que se te ofrece, esa que bendice el paladar, come de su conversación, y escucha, como escuchan los chopos al viento vagabundo, que así sabrás que las palabras bien acogidas, son de mucha refresco y salvación. 

Y de la Historia de los libros, si quieres, también, que estos son los Arapiles de la francesada, y por aquí, por Las Torres, se anduvo en 1812 don Julián Sánchez, el brigadier de tan brava cabalgada llamado “El Charro”. 

Y déjate llevar en el feliz naufragio del verano. 

Luego agradece, como agradece la luz la luna llena, porque tuviste agua, sombra, palabras en sazón, tiempo de fresco barro. Y sigue tu camino, viajero, que en la atardecida llegarán los vecinos al portalillo, para hablar a las estrellas de todo lo pequeño que hace tan grandes las vidas. 




Ángel de Arriba Sánchez
El escribidor del Tormes



Fotografías: 
En casa de Rogelio Calvo, de 83 años, natural como su esposa de Puebla de Yeltes, Salamanca, pero afincado en Las Torres, Salamanca, donde una tarde de mucho calor me dio agua, sombra, palabra, tiempo...
5 de julio de 2015.


Gracias, Rogelio, por vuestra hospitalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario