Fotografía: pasarela sobre la carretera de Béjar en Salamanca. |
Miércoles,
día de paso, la rampa más inclinada hacia las alegres llanuras del sábado.
Hay días, yo no sé, que tienen larga vocación de ceniza y resignación de cenicienta.
Pero lo bello no claudica nunca, y se asoma en cuanto puede por los resquicios del instante, y nos mira, y juguetea inquieto como un amimalillo olvidado, o como un perdido zapato de cristal para nuestro pie.
Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes.
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